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TRABAJO, factor de autorrealización
El primero de mayo se conmemora el Día Internacional de los Trabajadores. No es una fiesta para celebrar, es la conmemoración al derecho a un trabajo digno y decente, la revalorización del trabajo como elemento dignificador del ser humano y la aceptación del valor del esfuerzo como el camino que transita para una auténtica autorrealización.
El primero de mayo se conmemora el Día del Trabajo, hace alusión a la sangrienta represión que sufrieron los obreros de la fábrica McCornick de Chicago en su lucha por la consecución de la jornada laboral de 8 horas. Tres años después, en 1889, en París, la Segunda Internacional Socialista estableció el Primero de Mayo como el día mundial que conmemora la jornada de ocho horas y el derecho a que las demandas de los trabajadores sean atendidas.
En contraste, en países como Estados Unidos y Canadá, así como en otros lugares, no se observa esta conmemoración. En su lugar, el primer lunes de septiembre se celebra el Labor Day, una festividad que se remonta al desfile realizado el 5 de septiembre de 1882 en Nueva York, organizado por la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo (Knights of Labor en inglés).
Inicios del trabajo industrial
La Revolución Industrial, que inició en Gran Bretaña a finales del siglo XVIII y se expandió por todo el mundo a lo largo de los siglos XIX y XX, marcó un cambio profundo en los procesos de producción industrial, la economía y la estructura social. Siendo este un periodo conocido por sus avances tecnológicos y el aumento de la producción de bienes, su relación con la dignificación del trabajo es compleja y tiene múltiples facetas, algunas contradictorias:
- Extrema dureza de las condiciones laborales: En las primeras etapas de la Revolución Industrial los trabajadores, hombres, mujeres y niños, laboraban larguísimas horas en fábricas insalubres a cambio de pagas miserables y tratos despóticos.
- Desplazamientos humanos: La mecanización de la industrialización desplazó a artesanos cualificados de sus lugares de origen, perdiendo el prestigio y la autonomía que disfrutaban en el sistema de gremios preindustrial.
- Masificación ciudadana y abandono del campo: Los trabajos agrarios se sacrificaron a favor de la ilusión de obtener una paga superior por los esfuerzos realizados. El resultado fueron los desplazamientos en masa hacia las ciudades donde vivieron hacinados, expuestos a enfermedades, sumidos en la miseria y con ausencia absoluta de calidad de vida.
Cambios que condujeron a la dignificación
Con el tiempo, y gracias al Movimiento Obrero y a sus reivindicaciones, se fueron obteniendo ventajas que condujeron a la dignificación del trabajo.
- Aumento de la productividad. Aunque en el inicio no se distribuyó de manera equitativa, con el tiempo los salarios mejoraron lo que aumentó la calidad de vida de los trabajadores.
- La participación de los sindicatos y la legislación a favor de los derechos de los trabajadores, en jornadas laborales más cortas, salarios justos, mejoras en las condiciones de trabajo y trato decente, lo que fue crucial para la dignificación del trabajo.
- Desarrollo de nuevas profesiones. La industrialización creó nuevas profesiones y roles en áreas como la ingeniería, la gestión de tareas y de personas y más tarde en los servicios. Estas nuevas profesiones ofrecían mejores condiciones de trabajo y más respeto social.
- Educación y formación. La necesidad de una fuerza laboral más educada y capacitada llevó a la formación e implementación de programas de desarrollo profesional y personal. El personal, capacitado y hábil en la ejecución de sus funciones, empezó a experimentar el sentido de logro, de realización personal y de lealtad a la empresa.
El valor del esfuerzo
Es en el trabajo, en el esfuerzo individual realizado por las personas para lograr un resultado, donde el ser humano desarrolla su potencial y su inteligencia. Pone a prueba su talento natural y desarrolla otras habilidades y competencias que aportan valor a la colectividad y dan significado a su vida. El trabajo es la energía que convierte los sueños en realidad, transforma la metas en logros y a las personas en seres maduros y realizados,
El trabajo aporta:
- Sustento económico: Probablemente el aspecto más evidente del trabajo es su función económica. Proporciona el ingreso necesario para cubrir nuestras necesidades básicas, además el acceso a bienes y servicios diversos mejora la calidad de vida.
- Identidad y Autoestima: Para muchas personas, su trabajo es una parte importante de su identidad. Ser competente en el trabajo y ser reconocido por ello fortalece la autoestima y proporciona sentido de logro personal, de que somos valiosos.
- Estructura y Orden: Con la práctica del trabajo, la mente aprende a organizarse. La regularidad y previsibilidad ayudan a gestionar el tiempo y otros recursos contribuyendo a un estilo de vida equilibrado y armónico.
- Desarrollo Personal y Profesional: El trabajo hace posible aprender y desarrollar nuevas habilidades, lo que permite avanzar profesionalmente y personalmente ampliando la capacidad de sentido crítico, solución de problemas, manejo de las relaciones, toma de decisiones y la creatividad. El crecimiento profesional hace posible una vida social más plena y satisfactoria.
- Relaciones Sociales: El lugar de trabajo es un importante espacio social donde construimos relaciones y redes de apoyo. Estas interacciones pueden mejorar la satisfacción laboral y general en la vida.
- Contribución Social: Trabajar nos brinda la oportunidad de impactar en la sociedad. Nos permite darnos cuenta con orgullo que nuestra contribución hace una diferencia.
- Prevención del Aislamiento: El trabajo conecta a las personas con comunidades más grandes, evitando el aislamiento y fomentando el sentido de pertenencia. Es especialmente importante en contextos donde otras formas de integración social pueden ser limitadas.
- Estabilidad Psicológica: Además de proporcionar ingresos y beneficios materiales, el trabajo ofrece seguridad y estabilidad psicológica. Saber que se tiene un rol definido y que con su desempeño impacta a algo mayor, contribuye significativamente al bienestar mental.
- Poder y Autonomía: El trabajo permite que obtengamos cierto nivel de poder y control sobre nuestras vidas. Nos empodera para tomar decisiones, para sentirnos autónomos en la gestión de nuestro tiempo y demás recursos.
Sentido de autorrealización a través del trabajo
El trabajo contribuye significativamente en la autorrealización personal. A través del trabajo identificamos talento y potencial en nosotros mismos y en los demás. Tomamos conciencia en lo que somos buenos, en aquello que disfrutamos haciendo y destacamos por encima de la media, descubrimos nuestro sentido de misión personal, la razón de ser de hacia dónde enfocamos nuestra motivación y esfuerzo. Con propósito y disciplina nos convertimos en excelentes profesionales y en mejores personas.
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