El boom de las oficinas compartidas

El boom de las oficinas compartidas

Hace una década lo primero que se pensaba al querer iniciar un negocio era en tener una “oficina virtual” para reducir costos pero aun así mantener una imagen profesional por lo que era necesario contar con un teléfono fijo y una secretaria que tomara los mensajes, hoy en día con las ventajas de la movilidad esto es prácticamente innecesario, pero lo que no se puede dejar de lado es tener un lugar donde trabajar, un lugar en el cual poder tener una junta con los colaboradores, un lugar en dónde poder citar a un cliente.

Con las reuniones de trabajo y citas de negocio en las cafeterías parecía ser suficiente hasta que empezó a ser una cuestión bastante incómoda llena de ruidos exteriores y poca privacidad.

Hace un par de años surgieron las “oficinas compartidas” pensadas originalmente en todos aquellos emprendedores y freelancers que necesitaban un espacio propio para trabajar, pero sin el capital suficiente para montarse una oficina y además a veces ni se justificaba pues la empresa consistía en dos personas, a veces hasta una.

¿Qué son exactamente?

Las oficinas compartidas son espacios totalmente equipados para tener todas las herramientas de trabajo en un solo lugar, es decir, cuentan con cubículos, salas de juntas privadas, proyector, pantalla, líneas de teléfono, conexión a internet, servicio de cafetería, etc.

Hay diferentes tipos de oficinas, unas son espacios abiertos donde están todos los cubículos o salas de trabajo mientras que hay otras que son oficinas privadas que pueden alojar hasta 6 colaboradores.

¿Cómo funcionan?

La mayoría de las oficinas compartidas requieren de una membresía mensual la cuál da acceso a todas las instalaciones y servicios pero recientemente llegó una nueva opción donde pagas por hora sin estar sujeto a un pago mensual, es decir, únicamente pagas el tiempo que la usas.

Cada vez son más las empresas y startups así como emprendedores y freelancers que optan por trabajar desde estos lugares ya que son cómodos, accesibles, permiten mucha movilidad así como flexibilidad de horarios además de que les permiten relacionarse con otras empresas y emprendedores y hacer el famoso “networking” y sacar ventaja de las relaciones que pueden crear desde estos lugares.